La periodista que lo entrevista (enero de 2017) se refiere a una start up que da el servicio de almacenar las conversaciones e interacciones que un usuario ha tenido en su vida para que después de muerto, sus descendientes puedan interactuar con una versión digital de esa persona.
Es una versión digital hecha con nuestra huella digital, gestionada por un tipo de Inteligencia Artificial, a lo Siri. Michio Kaku le llama la inmoratilidad digital, la cual será una industria multimillonaria.
Inmortalidad digital: en 150 años tus bisnietos podrán ir a la biblioteca y hablar contigo o con cualquier otra persona. ¿Cuál sería el siguiente paso? La inmortalidad digital irá más allá. El objetivo es mapear y copiar todo el tejido neuronal del cerebro y almacenarlo en un dispositivo. En él, según Kaku y otros científicos estaría almacenada la conciencia de un sujeto, la cual podría ser implantada en un ordenador o en un robot.
Inmortalidad biológica: Kaku también menciona que estamos muy cerca de manipular los genes que controlan el envejecimiento, y que evitarían la cadena de errores celulares que es el envejecimiento. Extender el cuerpo vivo en el tiempo será posible. La generación actual sería la última en morir biológicamente.
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