miércoles, 3 de abril de 2013

5 Beneficios del Arte para Envejecer Saludablemente

El arte como herramienta para tener una vejez saludable es una de las tendencias más interesantes en la terpéutica relacionada con el envejecimiento activo y las prácticas de estimulación cognitiva y física en la tercera edad. La danza, la pintura, el canto, la escritura son algunas de las prácticas más conocidas. Por lo menos 5 beneficios se pueden enumerar rápidamente como consecuencia de la práctica artística:

1. Concentración: tocar un instrumento musical o aplicar una mezcla de colores es un ejercicio de concentración que requiere atención y estimula el cerebro de una manera muy superior a la TV.

2. Reacción: bailar, seguir una coreografía o cantar en un coro requiere reacción a los cambios planeados o imprevistos. Reacción mental y física son facultades presentes en las artes.

3. Creatividad: incluso copiando una figura o un movimiento hay un ejercicio de creatividad y de re-creación. La creación consciente estimula el cerebro e influye el estado de ánimo.

4. Memoria: está más que comprobado que la memoria es una facultad susceptible de entrenamiento. A través de las artes hay una exigencia para memorizar canciones, combinaciones de colores, movimientos, partituras, entre otras.

5. Integración social: la relación con otras personas es una experiencia estimulante en distintas dimensiones. Asistir a un taller de escritura, de pintura o a todo tipo de sesión es una terapia recomendada para combatir, por ejemplo, la depresión.


La neurociencia empieza a describir con detalle lo que artistas como la bailarina Shula Strassfeld y diferentes compañías de danza que trabajan con mayores ya sabían: que las artes son herramientas fundamentales para la estimulación cognitiva, el fortalecimiento físico, el estado de ánimo y en general para mejorar la calidad de vida. A medida que la ciencia compruebe los beneficios del arte, por ejemplo, como estrategia eficaz para la prevención del Parkinson o el Alzheimer, el arte ganará más apoyo y recursos institucionales.

Con el envejecimiento de la población y el aumento de la expectativa de vida un nuevo mundo toma forma. No solo quiere decir que viviremos más sino que el número de personas dependientes o con enfermedades crónicas aumentará radicalmente. La tendencia no cambiará si el conjunto de la sociedad no cambia sus hábitos de vida para preparar una vejez saludable (y económicamente viable).

Con una población dependiente llegan altos costos de cuidado y gastos en salud. Por ejemplo, se espera que en 2030 en Estados Unidos la población con Alzheimer sea de 13,2 millones de personas, lo cual implica un costo de un trillón de dólares en servicios de cuidado al dependiente. En este contexto de urgencia económica, de salud y demográfica, las prácticas artísticas (y con ellas otras relativamente similares como el aprendizaje de idiomas, los deportes, y otros) se presentan como una estrategia de prevención. Especialmente de prevención de la Demencia. Más información en el National Institute of Aging en USA


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